domingo, febrero 24, 2008
transicion
si lo líquido invade por un momento todas nuestras ideas tan sólidas, lo normal es que a buena temperatura acabe por suavizar las aristas de cada uno de nuestros item, el de los recuerdos, por ejemplo, acaba por derretirse como si fuese azúcar a la que invade el café; el otro gran bloque rígido y mítico, el de la libertad, se transmuta con escalofríos densos, cada vez que palabras extrañas circulan nuestros sentidos... pero lo más inquietante es esa roca del tiempo; la piedra dura que se conforma a base de sumar y sumar vivencias, de todos los colores, se vuelve elástica como un chicle barato cuando la luz de la risa corretea cerca...
entonces la carcajada gloriosa llena definitivamente los espacios que el miedo ha ido abriendo por todo el coco...
ponte otra cerveza, a ver si me da la risa.
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