el sabinar

el monte pisoteado desde que el hombre es hombre se regodea con las sabinas, únicos arbolillos resistentes , perseverantes y ensimismados... tozudos protagonistas de estos inacabables episodios de destrozo... nuestro ideario, nuestro cuerpo es un sabinar de sabina negra...que es la que se hace invisible para sobrevivir...

no recuerdo persona que en pleno apogeo de sus capacidades de relacionarse sea capaz a día de hoy de mantener una rosaleda fresca para con sus compañeros en la vida...un fresnedal húmedo donde retozar, una olmeda de hoja musical para la conversación... o que yo conozca...

sólo veo páramos endurecidos por el sol de la prisa, la pela, y la mala leche y nuestro paisaje de relación se asemeja más a un pedregal, repletillo de matorrales y sabinas...duras, lentas...persistentes

de esta mata arboleada sale una drupa aromática , un fruto duro y resinoso del que se destilan esencias para la ginebra...

la ginebra arrastra en su perfume el sabor de la decepción camuflado en éxito... el de la comprimida estancia del desencuentro... feroz ruido...soniquete tardío

beber y pasear,,, a la tarde con el sol gacho todavía nuestro paisaje se reconcilia con el gastadísimo calzado de nuestras ideas.

con hielo porfavor.

el reto

el mundo esta configurado como un grandioso enfrentamiento...como si su volumen fuese el doble exacto del que ocupa en cada circunscribido miniespacio, dos elementos antagónicos pugnan por adueñarse de su presencia... se reequilibran sopesan y enfrentan...

nuestro mínimo papel de actores secundarios enervaría al grandioso guionista divino, si es que tiene forma humana.. entanto que no somos nadica, apenas brisa frente al mar inmenso...

cargadillos de orgullo primate...primitivo...primigenio, osamos retar al gran azul, como al mismo cielo, como al inmenso suelo.

apenas un picotazo en la piel dura de un elefante enorme.

nuestro insulto, ofenderá a los dioses?

la venganza es  para con los débiles...

cuidado con los vientos...que vienen del mar cargaditos de mala leche.

lo sublime

sublimar...del italiano soublimare... evaporar, transformar en humo.

lo sublime es lo que ha transcendido en su simplicidad hacia la belleza absoluta...desde el fragilísimo equilibrio entre el sol y la humedad, con estructuras débiles alcanza a generar la envidia de los bichos... ser menos, ser ligero ser apenas nada lo es todo.

entre los pedruscos del aprisionado monte de los recuerdos revientan flores fínisimas de papel de fumar henchidas de lila y y blanco, casi obscenas, y se entregan al sol...torturador cruel sin más problemas.

sin más problemas, generosamente estas criaturas inmóviles saben más de generosidad implícita que cualquier monje budista...

la abeja, lista , restriega su culo peludo de camionero por entre faldas inmaculadas de blanco puro...la jara se calla, ni se inmuta en su dejarse hacer , desde su candidez virginal , consigue lo que quería, continuar....

continuar...

continuar...

la línea

la línea como todos saben es imaginaria y abstracta en su definición...pues si es silueta nunca coincide con plano alguno...sino que depende de como se mire... la línea es ese mito entre lo forzado de la forma y lo sublime del espacio, cuando las cosas dejan paso a la nada y la piedra al aire, tumbado con la boca abierta la línea que veo es un vago sueño de bosques subtropicales, con jarales y pinos locos de histéricos ramajes que saludan al salitre que les trae el aire caliente más allá de la civilización... estos vegetales sin conciencia en su ciego existir tantean con sus ramas, sus brazos esa línea imaginaria entre el desierto y la vida y rompen en contínuo la frontera de la supervivencia...incomodados y sin saberlo, nos regalan la inigualable estampa del límite... cada esfuerzo de sus vidas conforma el paisaje de las nuestras...cada brizna estirada hacia el sol, equilibrio compositivo de mis ojos.

su vida es ahora mi música... esta borracha primavera les sorprende con demasiadas fuerzas para sus desgastados esqueletos...

ánimo que queda menos para la luna...

los indios

con el resplandor tremendo del sol empañado por estas jodidas nubes de primavera brillan los pedruscos, las lomas la piel verde de estas cabriscorniadas sierras...nuestro pellejo es igual de polvoriento y escandilado...iluminado ...reiluminado.

en esta primavera las humedades del mar vienen bajas casi arrrastrandose por los montes y me han repletado los ojos de los brillos antiguos de la infancia. si me paro e intento escuchar en este inmenso paraje de mi paisaje y de mi vida lo que oigo es tan confuso como imaginado...pedradas, saltos... restregados entre matas... allá a lo lejos personas raras corretean entre los arboles casi desnudos... aquí hay indios!

somos nuestros propios reflejos de los sueños de infancia, sardinillas enclenques, jugueteando con el paisaje y con lo primitivo de la vida...

pintada mi cara con colores de guerra, me apresuro a recoger ramas secas... se acerca la hora de la fogata.

la cabra

blanca como los pedruscos al sol, de patas cortas y duras...serenamente discurre entre los matojos ramoneando todo lo comible y expulsando en contínuo afectivo estercólicas bolas de regenerada naturaleza... estos bichos de cuernos casi horizontales trapisondean mi monte  oculto y me lanzan a la inerte caída del tiempo... que ojos los de aquellos que las vieron por primera vez correr perseguidas por sus palos...

la humanidad huele a cabra porque anda detrás de ellas desde el pleistoceno...tras su chiche...su chocho y su piel... tras su leche y sus huesos... tras sus cuernos...

a la noche los niños rascaban con el tizón en la cueva reiluminada, redibujando las manchas cornudas... soñando perseguirlas... el aire huele diferente cuando se corre tras una cabra... no hace falta que se me duche usted, no se irá este olor...no.

ciano

azul intenso y claro, sereno y confuso...reclamo para bichos, marca en la lejanía, señal ... 

llamar la atención es el deporte generoso de lo natural y de lo humano, llamar para ser atendido , escuchado o mirado...llamar para que te traigan un espejo.

entre los cascotes de estas calcáreas serrranías en que se trnasforma mi mundo, mi piel, florecen lentas y aromáticas plantas de nombre desconocido que llaman la atención con su brillo ciano.

en primavera  se hace para lo que se hace... cuidado con esos abejorros que te pueden polinizar.