la poza

inmerso a mitad de un devenir mágico la roca se deja llevar y agranda un espacio sereno y duro para que el agua, aun pura la llena la complete, la expanda...

de cada  devenir que es un río , que es una vida la coraza dura de nustras intenciones acaba por hacerse mella de lo imparable y se deja convencer por el fluido de dlos dioses...

nuestra   roca dura no es más que miedo ante lo que brota con tamaña vitalidad, absolutamente fresco, helado, casi congelado...

su transparencia no es más que la prueba de lo auténtico de su capricho

a la tarde los niños se bañan en la poza

sacando las manos espeluznados

se rien de frío 

gritando a la sombra

nosotros pedruscos nos hemos dejado petrificar por los apagados y duros años de mirarnos el ombligo.

a las tantas de la madrugada, cuando el bvochorno no me deja dormir, sueño que hundo para siempre mi cara en esa poza de la infancia y su delicada e inexorable limpieza me libera , me perdona, me redime de todos mis errores... y de mis miedos.