a un lado el infierno, al otro el invierno, las losetas blancas de escarcha se pegan a los pies de los desconfiados y medran pelusas grises de volátil juego.
paso comedido entre ir y venir, destacar, esperar en medio.
el perro de casa juega en la línea larga de este parque interior, cabalgata de azulejos, camino de dioses cercanos...juguete en boca
el techo empapado amenaza hundirse de tanta humedad contenida...la pared espera el garabato de los sueños...
caballero no se demore y cruce el pasillo, que al fondo le espera la luz del mediodía, con coctail incluido...
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