el trenzado vegetal efusivo y duro que se ha parapetado aprovechando los calores y la humedad se mete sin miedo por entre las varas de los techos, se enrosca en los alambres y se hunde entre las vigas...saca verdores intensos del verano que hoy se extingue,, ese que había que subir como una cuesta con el esfuerzo de la confianza y temiendo rodar hacia abajo... ahora los frescos súbitos de lluvias nuevas remedian con sonrisas los tiempos.. va a empezar el otoño...dulcísimo de vinos suaves y de uvas ricas.. de besos encapsulados y tardes de paseos
entre las hojas maltratadas por los granizos súbitos medran las avispas aturdidas buscando morder las uvas... transparentes y azucaradas... las hormigas enanillas y rojizas se pasean con tranquilidad
tranquilidad y risas... no me he muerto este silencioso verano, caballero...es que andaba de vacaciones... las de la buena vida...
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