la colina

en lo alto de la colina, la brisa trae perfumes confusos, a rachas de aire fresco y límpido, le suceden humaredas dulzonas, basura quemada, aromas de comida pegajosa,fotos viejas en las hogueras... sentado y mirando en abanico el paisaje dialoga contigo, cualquiera de las briznas de hierba que cimbrea  y brilla al sol sabe más de sufrimiento que tu... cualquiera de los insectos torpes que denuedan entre ramas sabe más del miedo que tu.

Si cierras los ojos y dejas al viento hablarte te contarán lo que durante milenios lleva haciendo, te arrastrará las voces de miles de tristes esclavos esperando la liberación, de cientos de hambrientos niños, buscando el sustento... el viento transporta la imborrable ignonímia de nuestro desencanto como seres... si los abres de nuevo el sol te regala un espectáculo de lucha constante, fuerzas opuestas buscando el equilibrio, para sobrevivir a la inercia. el movimiento del mundo depende de esta lucha, de este sufrir, de este ruido molesto que menea el engranaje de las ideas, poner, anteponer, dar, quitar, ver, ignorar...

en la colina no hay refugio, tarde o temprano la ruidosa nada llegará hasta tus pies dispuesta a devorarte... estamos preparados? lo estamos.