un planeta gaseoso, por supuesto, repleto de coloridas emanaciones de bajísima densidad...hectoplasmas pansíos y pensamientos divagantes.
el conjunto de los sueños de toda la humanidad crea una gigantesca albóndiga de gravedad cero o poco más que gira a velocidad pasmosa en una carambola loca...
de vez en cuando de esa pelota de sensaciones se escapa un meteorito cristalizado a modo de pedo, que entre sus hielos y cenizas recoge gritos, mentiras a medias y multitud de conversaciones perdidas...
de la inmensidad inconmensurable de ideas que cada segundo se generan en la humanidad sólo una perdura más allá del punto cero de congelación, del frío absoluto...
la risa
no hay más
la humanité se recrea a sí misma, se salva, se perdona y resucita en cada carcajada
el elemento primigenio de nuestra humana condición es un gas, azulado, inestable y abundante que surge a borbotones desde el interior de esa albóndiga miserable hacia el espacio exterior
a millones de kilómetros... algún ojo extraño, ajeno, se preguntará por esa maravillosa explosión de color que inunda a diario el infinito.
miren al cielo señores... que se ve, que se ve...