el desasosiego de la noche helada y el frío triste de los paisajes desconocidos se vencieron con el fuego, a costa de arrastrar los pies desclzos por senderos buscando palos secos y piñas abiertas cada día se daba un paso más hacia la salvación, con premio y parada en la tecnología...
el día que empezaron los nuestros a calentarse dentro y fuera de las cuevas se enciendío una chispa también en el interior de la otra cueva, la del pensamiento
el brillo increíble y poderoso de la brasa ... la energía y su aspecto extraordinario fue motivo suficiente para encender la imaginación, tardes despiertos ...noches alargadas, sombras proyectadas en las paredes de la caverna, esa era la televisión del ayer...
el hombre es relato, gorjeo de lo acontecido, al poder pararse en caliente y contar su día a otros hombres se hace humano, recuerda, ordena, memoriza, inventa, exagera...sueña
la brasa es del mismo color intenso que nuestro corazón, pelín más frio...
lástima que al igual que éste , al cabo de unas noches largas acabe en cenizas
No hay comentarios:
Publicar un comentario