martes, septiembre 29, 2009

el vientre

se abre sin más remedio al caer de toda la humedad que ha invadido el aire...toda esta lluvia feroz y desmedida se ha colado por las rendijas de lo sagrado y saca de cara a los otoños las semillas de otros mundos
pelos al aire, fuera miedos ...se resquebraja leve y firme para llenar de nuevos juegos las conversaciones...
pensamos que nada cambia pero hay nuevos seres en juego, nuevos personajes en nuestro rededor..nuevos ojos, palabras de nuevas voces, el cambio es cambiar de soniquete
de olor y de luz.
el otoño se mete con ganas entre los jugadores de esta partida ...pica el hombro, rasca la oreja viene el membrillo.
como un gigantesco vientre preñadísimo de verano, cargado de calorífica energía revienta ya sin más remedio sobre nuestras cabezas...
por belenos que nos estamos mojando a base de bien.

jueves, septiembre 17, 2009

el poniente

sobre una línea que no existe juega a esconderse desde siempre la bola de luz que da sentido a todas las cosas... a ese espacio indefinido que se traga al implacable se le llamaba poniente por poner, ponerse, colocarse o encajonarse pero no se pone nada...gira y gira , solo que da una treegua , la de los sueños para respirar.
cuando el jefe se va de la sala, los iguales guardan un momento de silencio, antes de comenzar la algarabía
cuando el dios real y visible se marcha a su aseo y descanso se encienden otros placeres mundanos y lentos.
ese espacio es en realidad una puerta de la felicidad, hay otra, la del levante, pero es más seria y comprometida.
en el poniente, ensangrentado y magenta se lame el dulce néctar de la risa
dura unos minutos... como casi todas las cosas espléndidas.
vuelvase caballero hacia el oeste y cierre la boca que viene otro atardecer sublime y prepare el vaso que viene el vino...

lunes, septiembre 14, 2009

el momento

sobre los restos de las conversaciones , otros acaban tejiendo sus propias palabras
acechantes a la oportunidad...de lo que uno presume, a media tarde no suele quedar casi nada, de lo que aspira , solo quedará lo que los demás dejen que ocurra.
en esa estrecha franja de las decisiones y las casualidades sus actos serán juzgados, acribillados como cualquier vulgar ladronzuelo de migajas y de nada servirá su canto, su regocijo, o su vuelo exitoso...vulgar ladronzuelo
el miedo a tropezar hace a los humanos cerrar los ojos, en vez de abrirlos y conjurar con tiesas y duras palabras sus propios pasos.
se olvida pronto la poesía
vaya que sí
la arena quema pero se enfriará rápida
como el corazón.