huella que dejan los aviones de la vida al tomar tierra sin ruedas ni protección
socavón alargado sobre los recuerdos al precipitarse en picado de invierno sin un euro en el bolsillo.
cobijo, vitrina, tumba, trinchera, gusanera.
sobre la arena fértil de las vivencias, pacientes soldaditos de la vida, confiados jóvenes, abnegados obedientes, amas de casa, funcionarios fieles y demás aran con su arado de madera y juguete pequeños surcos para depositar sus semillas confiadas
las líneas de sus pasos y sus decisiones se entrecruzan desvaídas sobre la pradera inmensa del escenario total...desde muy arriba se dibuja un generoso esquema de líneas y líneas, un esbozo abultado y denso de deseos y promesas. Desde abajo no es perceptible, el que surca solo ve su trozo inmediato de tierra que remover, sólo entiende del día a día y sonríe porque está bien domesticado...
eolo espera desde las alturas sonriendo... cuando llegue la tarde y se vayan a descansar... este dios maligno y juguetón soplará con fuerza y borrará el sueño de esas hormiguitas.
caballero no se ofusque, es ley de dioses, si quiere sembrar, cave profundo, estercole a conciencia y espere sentado con una piedra en la mano....por si acaso.
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