no te fies de las cosas suaves... todo tiene al final, infinitas y minusculas aristas, las de su propia sequedad que arañan incansables los límites de nuestro pensamiento.
aridez y sensualidad se dan la mano, y conspiran para hacerte creer que lo normal es la rudeza que te hace endurecer...que tratarte mal forma parte de tratarte bien que no tener espacio es tambien tener algo de espacio... que lo derruido es otra manera de construir... no me lo creo, con menos mala leche todo iría mejor.
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