jueves, enero 24, 2008
latarde eterna
que no es la de hoy ni la de ayer, sino la de la memoria, ese magenta trurbio, que se ufana de azules hinchados me reconforta más que un bocadillo con hambre..me posee!
sin ese momento matador del cambio, desde la luz a la oscuridad, yo no sería nada, sin eselímite entre lo que se ve y lo que se intuye no podría pensar , sin la frontera no tendría el arrojo, la búsqueda , como los lobos al anochecer pa salir a cazar... ñam!
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