ahora que no queda excusa para desnudarse y ponerse al sol, prometedor de la primavera indecisa, pero que acabará quemándonos el alma misma... ando buscando una piedra para dejar la ropa y que no se me manche de fango... porque está todo perdidico. digo yo que será de tanto haber llovido agua triste sobre estas polvaredas rancias y apestosas que el invierno nos revolvió
lo de menos es el tamaño de esa piedra para poder al menos salvar la ropa, me basta que sea sincera, y discreta claro, que luego de ver mis rotos parejos de la vida no le de por airear mis lamparones... mucho estoy pidiendo y me veo llenito de fango
habrá que lavarse en el rio de toda la vida...
sábado, marzo 29, 2008
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1 comentario:
y un día te despiertas lentamente y sientes que tu boca dibuja una sonrisa limpia y fresca como las sábanas de la madre oreándose al viento. Y es que por fin has comprendido que no necesitas piedra en la que guardar tu ropa, porque a ti te protegen otra clase de vestiduras que no pesan ni se ensucian. Tienes la gracia, la alegría, la bondad, el optimismo, la inteligencia y la imaginación sin límites que te hacen relucir sin pensar en modas y te cuidan de pescar ningún catarro por muy helados que vengan los vientos, del septentrión o de ahí al lado...
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