los segundos bien usados atrás con la alegría del clan se vierten de golpe sobre nuestra propia cara como recompensa del buen hacer...del perseverar
creer en los demás y en lo que ha de venir les llena de combustible a las vivencias de modo que en un susto se convierten en flores únicas
no cuesta nada el esfuerzo nimio de sonreir...inflama... convierte
crea caballero, sus amigos no le abandonarán...
en las noches azuladas con los sonidos montados...con los ritmos del porvenir mis manos se alzan en el aplauso...hay unos ojos clavados en mi pecho desde lejos...unas manos delgadas y pecosas que me cimbrean el pelo...una risa teclea en mi oido... las estrellas se ríen...la distancia se comprime... cada vez más...
estás a mi alrededor... en el aire mismo que respiro.
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