el esfuerzo recompensado por la línea dulce de los cercanos se crece invariable hacia adelante
la caminata es más serena acompañados
el trabajo es mejor en grupo
la comunidad que nos hermana y autoprotege es la misma que nos ayudará a volar, pero solo si somos generosos, cautos y confiados al tiempo, y sobre todo amantes del riesgo
porque tras cada embite del destino hay una parte de posibilidad de desmocharse el coco, las cicatrices de los saltos rellenan ya un mapa tibio de vivencias...
en momentos que se revuelven agrisados...en este occidente confuso y engañado de nuevo por el porvenir...lo mejor es reir mientras se grita al copiloto eso de emmmpujaaaaa que voy!
sin miiiiedo... que los locos que salieron con los palos a la puerta de la cueva espantaron al oso para que hoy nosotros podamos contarlo
en las tardes de este incipiente y sabroso verano que ha explotado se ríen los ojos cansados del rumor del mar... después de este empujón y al otro lado de la zanja todo parece tan nuevo y tan silencioso que lo normal es quedarse atónito
atónito pero feliz
caballero, nuevos y maravilloso tiempos... renovando el corazón...
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