lunes, marzo 29, 2010

el día

se expande azul, blanco, hijo de la señora alba y de su amante amarillo, que viene después de que esta despierte, el sol...
ordena sutilmente las nocturnidades de las almas y de las civilizaciones, de los sonidos estrechos de la oscuridad, de las conversaciones embotadas en la penumbra...
explota con la belleza que acongoja los ojos y rellena de paz a los soñadores
cuando el clareo primigenio viene a consolar a los descuidados imsomnes, apesadumbrados en sus incesantes cascaras de inquietud, difumina la ansiedad con la dulzura de unos dedos largos y susurra al oído aquello de buenos días...príncipes y princesas
se escapa el miedo, o al menos se esconde a la sombra de las higueras
el día se come como un gigantesco río las orillas arenosas de las conversaciones, empuja las horas, alza las luces, obliga a serenar los ánimos
el día tiene la relativa prisa de reordenar los trastos para cuando llegue de nuevo el escándalo impreciso de la noche
se completa con las tareas que hacen olvidar las fuerzas perdidas y lleva pegadas a su suela el olor de la tarde que se vuelve melosa y juguetona anticipando los momentos pardos...
cada día somos liberados y vueltos a encarcelar, redimidos, perdonados y luego condenados
cada día se apuñala incesante el corazón y se vuelve a besar con ansia...
cada día caballero nace y muere el mundo
vértigo
universo

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