domingo, abril 06, 2008

remando


en cada golpe de remo contra el agua hay una apuesta fuerte por sacar el bote de la tufa... del espeso y ácido fangal... esto no es el río congo pero al final nuestras aguas muertas son un peligro serio para la cordura, con su olor dulzón y afrutado se ganan el respeto de más de un aventurado manso y acaban por tragarse para el olvido los sueños...
que de qué hablo?
pues del río que somos, que estamos abocados a secarnos bajo el calor de alguna diosa terrible o a refrescar con gracia los bancalillos de pomelos anónimos, usted elija donde quiere verter su agua...
más abajo de este saladar cansino y desconcertante que parece ser el final inmediato del cauce se haya en realidad un generoso vergel por construir cerquita del mar... siempre ...seguro
así que remando , remando, se va avanzando y ya las cañas dejarán paso a riberas frescas donde quitarse las chanclas y silbar tranquilo, mientras nos saludan desde la orilla, dulces criaturas mágicas

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