el domingo de la infancia que era agrisado y laaaargo se fue luego transformando en un pesado y tozudo cuesta abajo, vacío y aciago...
ahora el domingo se me vuelve naranja y azulea conforme se quiere consumir, lennnntamente frente al inmenso mar...
tras esta semana de más de cincuenta días con sus cincuenta interminables noches, un domingo glorioso...callado y excepcional cierra la secuencia
como en un grandioso estreno de cine, con el mejor sabor de boca, con el sol arrastrandose entre una colina reseca y generosa de flores, el perfume de las medusas, y la risa intermitente y nerviosa de los pájaros...así cerró este domingo todo un juego...todo un grandioso juego...
el tiempo consumido da luz a nuevos tiempos, nuevos asientos , nuevas conversaciones
ese espacio nuevo aún envuelto en las brumas de las primaveras indecisas sacará pronto sus nuevos rostros...
guardemos la peli que acabamos de disfrutar, se lleva todos los premios, pero es hora de hacer cosas diferentes...que de nuevo es lunes!!!!
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