el día se completa espesando un dialogo dulce que se pega a las paredes...la luz naranja acaba por aturdir los ojos entretenidos, demasiadas horas vigilando la arena, demasiados minutos en tensión a la espera de las cosas...cuando se encierra el sol y la noche extiende su conversación , la juguetona estrategia de supervivencia agudiza los sentidos, los más increíbles...voces lejanas, ruidos confusos, brillos en la noche, incierto aire frío... nuestra pesadumbre empaña el cristal...la mente teme dormir...en la noche el vigilante pelea aturdido con fantasmas olvidados, verdades enormes...viejos juegos, siempre acaban igual, la tristeza gana, la salud pierde, el corsé de los recuerdos empuja cinta a cinta las visceras hacia adentro, todo empieza a doler, cada segundo un martillo tintinea en la campana de la duda, de la nausea, el demonio del miedo se agarra al palo, zarandeando la colosal estructura...
demonios de la noche, todas las noches, todas, sacando la espada al pasillo...
solo queda escapar, huir para no morir, sacar la cabeza de este peligroso mundo líquido de los sentimientos, hacia el frío estelar... esa es la medicina?, el botón rojo, de la salvación..
ya no confiamos en los heroes?
casi derrotado , escarbo con los dedos entre los errores de las cosas vividas con mi ojo científico para interpretar los signos, aprender para no fallar...
casi al alba, cuando el aire se extingue, mi alma se agota, se encoge... se difumina... en ese preciso momento una ola inmensa llega en forma de mensaje... los dioses, del amor, juegan conmigo, su mano encapsulada saca mi cabeza hacia el aire...
estoy salvado, salvado, reencontrado
caballero persevere...cuidan de usted, vaya que sí.
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