arbol perenne,de paisaje propio, crecimiento acompasado y lento, pero firme, hacia arriba y hacia abajo...de origen oriental pero metido en la mismísima sangre de los de aquí...
a la palmera le gusta tener la cabeza en el sol y los pies en el agua, como a los soñadores felizotes..sabe mucho este árbol de ramificadas y bailarinas hojas sobre pájaros, dátiles , perfumes y arena
se deja querer, se deja admirar
entre los verdes caídos y los naranjas escondidos y agrisados de sus planas y afiladas hojas corretean besandose escarabajos azules, tijeretas locas y los dedos de los valientes...saca ánimo para los cansados y a su sombreada protección se tumban los que se dejan emborrachar por el sonido de las olas
a la tarde, cuando regalan las luces el juego cambiante de los azules y los naranjas se inflama orgullosa... los gorriones la jalean, las estrellas nuevas le sonrien... los cometas la admiran...
caballero, en cada palmera un beso, en cada playa una siesta...en cada gota de agua del mar un infinito...
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